Hay momentos que están hechos para nosotros, sólo para nosotros.

No necesariamente ese "momento" tiene servir para descansar, sino también para reflexionar, para mirar atrás sin sentirnos culpable de ello.

Mirar atrás no es malo, siempre y cuando sirva como un pequeño impulso para continuar.

Ser libres, libres para leer el libro que más nos gusta, para ir al cine si hacía tiempo que no ibas, y si sueles ir, ve igualmente todas las veces que quieras. Libres para dedicarnos tiempo, tiempo para estudiar, aprender, crear, vivir. Libres para pensar y decir lo que queramos, para saltar, bailar, reír y llorar. 

Ser libres para disfrutar. Disfrutar de cada instante.

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